Esta obra perteneciente a la colección de 8 pinturas, tilladas: La huella que deja el tiempo, dedicada a mi abuela.
Este cuadro emblemático de mi obra capta el paso intermedio entre esta colección y la colección futura de África.
En los cuadros hiperrealistas de esta colección, todos ellos, están pintados sobre lino o tabla, que me permitian mediante veladuras semiopacas y transparentes crear la textura de la piel mucho mas fotográfica.
Este es el primer cuadro de mi obra realizado sobre arpillera. Quería plasmar ese paso del tiempo de mi abuela sobre un soporte que también representara, o bien, por su erosión, el color del saco, o por la textura celulósica el deterioro de la piel.
Buscando en todo momento que las características sensibles del soporte quedaran vistas y que complementaran a la expresión de la imagen.
Del lijado de las superficies pintadas se obtenía la pulpa del soporte y creaba cierta sensación de vejez.
Utilizando fragmentos arañados, o incluso no acabados simulando la idea de boceto que se combinaban con fragmentos totalmente hiperrealistas.
Este es uno de los cuadros mas galardonados en las muestras itinerantes, así como la feria de hiperrealismo de Barcelona y ferias en el Pais Vasco y del que se ha hecho varios reportajes